martes, 6 de septiembre de 2011

TOP 10 en el Campionat Nacional de Catalunya de Triatló

Respeto (que no es miedo) es lo que estuve sintiendo durante todo el sábado por la mañana. A primera hora de la tarde tocaba enfundarse el traje del Prat para participar en el Triatló de Banyoles, equivalente al Campionat Nacional de Catalunya absolut de Triatló, y con una carta de presentación de casi 1000 inscritos.

La salida se dio a las 15:30. Sin saber mi rendimiento en el agua (esa misma semana las sensaciones en la piscina no habían sido las esperadas) empecé con fuerza para encontrar mi sitio en carrera. Me sorprendió el hecho de no recibir ni un solo golpe, y teniendo en cuenta que la salida era multitudinaria, se convirtió en una proeza. Con un buen espacio por delante pude nadar sin presiones, concentrado, acompasando la respiración con la brazada. No tenía referencia alguna de cómo iba, aunque levantando la cabeza me parecía ver muchos triatletas delante. Toqué la rampa de salida y al levantar la vista, buscando con quien había salido, vi a Carlos Mir (compañero de club) y Lluís López (CN Mataró). Dudé. Mi padre me canta que voy 34. Volví a dudar.

(Corriendo hacía la T1, después de los 1500 metros de natación)

Transicioné rápidamente (por si los de delante no iban lejos). Nada más dar los primeros pedales vi un grupo de unas 6 unidades en el horizonte. En él viajaba Álvaro Rance (del Puigerdà). A partir de ese momento dejé de dudar. ¡Estaba en carrera! Conseguimos formar un buen grupo, aunque realmente solo dimos la cara de forma continua Joan Montigullot (del Picornell), el mismo Álvaro (no se hartaron en ningún momento de dar relevos) y un servidor. Antes del km 20 absorbimos el que hasta entonces era el segundo grupo, con mi mentor Julio Cardo inserido en él. Poco después enlazaron con nosotros 3 triatletas, entre ellos Joaquim Soler (CN Mataró), que se fugó para llegar primero a la T2 (enganchando con el grupo de favoritos a falta de pocos kilómetros). Intenté irme con él, pero su desmesurada fuerza y el viento jugaron en mi contra. Antes de coronar el pequeño puerto que había volví a intentar un arranque buscando algún compañero de fuga pero nadie se movió. La gente ya no estaba por la labor. Los 10 km de carrera a pie que quedaban resonaban por sus cabezas como el eco en la montaña. En general la bici fue llevadera, yendo a buen ritmo desde a principio a fin.

(Primeras zancadas)

Dos minutos y poco antes que nosotros, el grupo de favoritos empezó a correr: Richard Calle, Albert Reig y Rodrigo Torres (los tres compañeros del Prat) serian los que darían el tiempo por clubes. Tenían que demostrar su poderío a pie frente a Parreño, Torrades, Oliveras, etc. Yo salí a correr segundo del grupo después de una T2 digna. Por detrás llegaba con fuerza Iñaki Baldellou (del Manresa), cogí su estela y marcando un ritmo fuertísimo durante los 2 primeros km conseguimos abrir una brecha con los perseguidores. Lo pasé. La última parte del trazado de cada una de las 2 vueltas consistía en una zona con constantes giros secos de 90º, lo que no permitía mantener el ritmo. Esos primeros km pasaron factura a algunos del grupo cabecero: Serrano abandonó y Castellvell tuvo que bajar el pistón (entre otros). En la segunda vuelta empezaron los síntomas de flaqueza. Mi ritmo ya no era el de antes. Fue a partir de entonces que tocó autoregularse. Era una opción real estar en el TOP10 catalán. Antes de llegar al km 6 Montiguillot y Josep Viñolas (Bicis Esteve) me pasaron como una exhalación. Por detrás Rance mantenía las distancias. Entré a meta en novena posición con el orgullo de ser uno de los 10 mejores triatletas catalanes de la temporada.

Por delante Rodrigo impuso su ley ganando la prueba con autoridad, segundo fue Nan Oliveras (CN Olot) y Richard entró tercero. Albert acabo en una merecidísima quinta plaza, pero fue descalificado injustamente por un problema con su chip (por eso salgo octavo en la clasificación).

Clasificación:


Por equipos quedamos primeros, y como consecuencia directa, ganamos la Liga catalana de Clubes.

(Podio por equipos)

Por mi parte, muy contento con el resultado. Ya queda un poco menos a mejorar. Por segunda vez consecutiva (Lausanne y Banyoles) corrí como se debe: con optimismo.

Si entrenar triatlón es caminar por un túnel completamente oscuro, el resultado del sábado es una bombilla de 40W en la pared.

Solo queda felicitar a todos los Gladiadores por sus respectivas carreras.

Vigo está a la vuelta de la esquina.

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