domingo, 15 de enero de 2012

Falta preparación

A lo largo de mi corta (todavía) carrera como duatleta/triatleta, pocas han sido las ocasiones en las que he competido con la BTT. Básicamente compré la Orbea Alma que actualmente poseo para “rutear” por los fantásticos parajes de mi pueblo. De todas formas, alguna competición en forma de duatlón, triatlón o simplemente carrera sí había caído. Y la verdad que con suerte dispar: desde la victoria en el triatlón de Malgrat, al abandono en los “100 km per les Guilleries” de Sant Hilari, pasando por una carrera de 6 horas de relevos en Sant Gregori o mi debut en duatlón a la Seu d’Urgell.

Hoy era el día para volver a ser BIKER en competición. Creía ir preparado para la cita (varios entrenos de más de 2 horas en los últimos meses me avalaban). Pero me equivoqué.

(Antes de empezar)

Los 6 km de carrera antes de la T1 transcurrían por el circuito de Cross de Mataró (nuestros caminos se cruzaron un par de años atrás, en el Campeonato de Catalunya de la especialidad). Antes de llegar al primer kilómetro Cristian Cofiné (compañero de club) ya había roto la carrera con un cambio de ritmo muy fuerte. El grupo ya estaba seleccionado. Pronto Sergi Rodríguez ha empezado a marcar diferencias, seguido por José Luis Cano y nuestro grupo (en el que iban los vencedores de la prueba: Ever Alejandro y Pau Zamora, en ese orden). No tenía mucho sentido correr más. Es sabido que la diferencia de verdad se marca sobre las dos ruedas.

(Corriendo con Pau Zamora y José Luis Cano)

A partir de la T1 la carrera se ha convertido en una agonía para mí. El circuito de BTT era duro, muy duro (una opinión). La gente no subía, volaba. He tenido el placer de ver cómo Alejandro y Zamora enfrentaban una subida de plato pequeño y me han dejado boquiabierto, parecía fácil. Por otro lado, en las bajadas me creía mínimamente rápido hasta esta mañana. La mayoría de ellas, por caminos y senderos muy estrechos (igual que las subidas) eran una ratonera; cada 2 kilómetros se acumulaban 3, 4, 5 bikers detrás de mí pidiendo paso. Parecía que mis bielas no eran capaces de transmitir todo el par y toda la potencia a las ruedas, porque pedaleaba igual que los demás y avanzaba pero para atrás.

(Saliendo de la T1)

Para hacerlo más épico, al castigo al que me sometía el trazado se le ha añadido el vaciado por completo de mi depósito de energía. Por delante aun 6 km sobre la bici y 2,5 corriendo. Error de principiante el no llevar conmigo un gel, algo de bebida isotónica o un plátano. A partir de aquí la carrera se ha convertido en una lucha por la supervivencia, al más puro estilo de Tarzán.

Una 72º posición final que da para reflexionar: primero, a corto plazo no voy a repetir con una prueba de estas características, hay que estar preparado para competir, y hoy no lo estaba. Segundo, tengo suficiente curiosidad como para centrarme, en algún momento, en el duatlón cross. Y tercero, hay que elegir bien las pruebas (ahí lo dejo).

Supongo que el esfuerzo de hoy servirá mañana.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Personalmente no me importa si te sale una carrera redonda o cuadrada las crónicas son igual de buenas :), aunque personalmente prefiero que todas te salgan como tu sueñas. Levi.

Antolí Fauria dijo...

Gracias Levi!