Una intensa semana ha impedido que pudiese actualizar el
blog antes. Nos situamos otra vez en el fin de semana del 14 y 15 de abril. Estábamos
en el CAR de Sant Cugat disfrutando del Ultrasport Experience.
Quedamos temprano el domingo por la mañana. Había dos
entrenos en paralelo programados: una ruta en bici de más de 100 km y una
sesión de carrera a pie por la montaña (que al final duró unas tres horas, según
nos contaron los compañeros que prefirieron correr).
Des estas primeras líneas se puede deducir que me apeteció
más la sesión de bici (como a la mayoría de los que estábamos). El objetivo de
la salida era el de llegar al Monestir de Montserrat, puerto de primera categoría.
Antes, pero, tuvimos que superar otro puerto del que ahora mismo no recuerdo el
nombre. Mientras que la ida fue plácida (excepto en las susodichas ascensiones),
la vuelta se convirtió en una divertidísima guerra, como se conoce en el argot
ciclista, de palos. Creo que al final nos ganamos la comida: 110 km a buen
ritmo. Era el último entrenamiento del fin de semana y por supuesto todos lo
intentamos disfrutar al máximo, por lo menos Iker y un servidor.
(Alto de Montserrat)
Así, la comida en el self-service del CAR fue el último
acto protocolario. Caras de satisfacción de todo el mundo y ganas de repetir.
De esta misma forma se lo hicimos saber a los organizadores, quienes por
cierto, nos invitaron a participar a cualquiera de los triatlones de media y larga
distancia de la serie Extreme Man. Narbonne y Menorca están a tiro de piedra.
(Comida en el CAR)
Pertinentes despedidas y a casa de nuevo con la sensación
de haber aprovechado el fin de semana.
Solo queda agradecer a los bogger-deportistas por los
buenos ratos compartidos.
Próximamente la crónica del
Duatlón de Soria equivalente al Campeonato de España Contrarreloj por equipos
en el que, contra pronósticos, nos metimos de nuevo en el TOP 10.
(Momentos antes de empezar en Soria)
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