El día se levantó espléndido. La lluvia del sábado dejó
paso a los primeros rayos de sol a las 6:15 del domingo. Banyoles nos recibía
de nuevo. Mi ciudad talismán. Allí debuté en distancia olímpica; en otro olímpico, empecé
a correr 3º después de una buena remontada en bici para luego sucumbir al
esfuerzo y tirar la toalla; en el año 2011 casi me clasifiqué para el Campeonato
de España élite, en pleno proceso de recuperación físico-mental debido un mal
principio de temporada; ese mismo 2011 finalicé 8º en el campeonato de
Catalunya de distancia olímpica. Ayer nuestros caminos se volvieron a cruzar y
fui recompensado de nuevo: una 4º posición absoluta en el triatlón de distancia B que sabe a
gloria.
La primera mala noticia fue que la natación quedaba
recortada de 2200 a 1500 metros debido a la temperatura del agua. Poco a poco
siento más afinidad con el medio acuático. 4 años nadando sin tregua empiezan a
dar sus frutos hasta el punto de enojarme si reducen la distancia a nadar.
Nervios antes de empezar. Las primeras brazadas los difuminan. La concentración
ya es máxima. A los 200 metros se formó un grupo delante “¿Es el mío?” me
pregunté. En las carreras hay que tomar decisiones rápidas. La mía fue la de aguardar
(Pacho aparece siempre). En paralelo un triatleta que al ver que el grupo
delantero de alejaba paulatinamente decidió esconderse detrás. Última boya y
todo seguía igual (de bien). Ritmo constante, pero alegre, y encarando los
últimos 300 metros. La recuperación de la verticalidad coincidió con el conocer
que tocaba tierra en decimotercera posición. Ni en mis mejores pronósticos.
(Antes de empezar)
Quedaba mucho, siempre queda mucho después de la natación
de un B. A partir de ahí hasta el final es fundamental comer e hidratarse. Me
gusta felicitar cuando alguien lo hace bien, cuando alguien se lo merece, y más
si es una persona a la que respeto y admiro dentro y fuera de las competiciones. Así, el
sector ciclista tuvo nombre y apellidos: Carlos López. Su llegada al grupo supuso
un alivio para mí. Estábamos rodando juntos (siempre manteniendo distancias)
Gussinyer, López, Torres y un servidor. Atrapamos a Julio Cardo (mi mentor) y
cuando se disponía a entrar en esa dinámica positiva de grupo la mala fortuna
se cebó con él. Se fue al suelo, arrastrando a Gussinyer, y parece (a falta de
confirmación) que tiene el radio fracturado. ¡Te deseo una pronta recuperación!
(Terminada la primera vuelta sobre las dos ruedas)
Carlos y yo pasamos la primera de las dos vueltas en 7º y
8º posición respectivamente. Por delante, a tiro de piedra, Peris, Torres y
Viñolas compartían esfuerzo. Fue en esa segunda vuelta donde Carlos, a
sabiendas de que estábamos los dos solos, tiró de su dilatada experiencia para hacernos
llegar lo más frescos posibles a la carrera a pie. Dominaba los ritmos, los
tiempos. Intentábamos relevarnos para dividir el desgaste psicológico que
conlleva ir delante, aunque sin ninguna duda él se cargó esa responsabilidad
durante más tiempo. Disfruté.
(A punto de entrar a la T2)
Estuve visualizando la carrera a pie algunos días antes.
Los entrenamientos de esa misma semana presagiaban algo bueno. Salí a correr en
7º posición. Por delante tres vueltas de poco más de 6 km. Un TOP10 era un gran
resultado. Fueron cayendo los km. La muchedumbre debido a triatletas doblados
no permitía simular una hipotética clasificación. De hecho a mi me daba igual,
iba con todo. Superé a Peris, Lloret, Torres, Pellejero y Viñolas sin llegar a
rodar nunca en 2º posición ya que Capdevila, con un parcial a pie
estratosférico, me quitó las pegatinas sobre el km 10. Pero corrí tercero,
antes de ser superado por Rodríguez, con otro parcial a pie fantástico. Si un
TOP 10 ya era una victoria, imaginaos un TOP 5. En la contra-recta a meta pude
relajarme, disfrutar, medalla de DULCE chocolate. Por su parte Montguillot hizo
un triatlón magnífico llevándose el triunfo con solvencia.
(A pocos metros de entrar a meta)
Carlos acabó 9º sin poder desarrollar al 100% su potente
carrera a pie, un mal día. Lucas entró tercero del club después de sufrir
durante 14 km el dolor de su lesionada rodilla. Rozamos el podio por equipos.
¡Felicidades a todos los/las gladiadores/as que estuvieron
allí compitiendo y animando!
¡Agradecer el soporte del de siempre! El que nunca falla.
Ahora empieza la corta distancia. Cambio de chip. Aunque
la media distancia volverá.
La crónica del duatlón de Soria se retrasa unos días.
3 comentarios:
Felicitats artista. Darrera d’aquesta medalla de dolça xocolata i ha un “llevar-se ben d’hora, ben d’hora, ben d’hora”, els que estem al teu costat ho sabem bé.
Gràcies! "el que espera no fallar mai".
Bé bé, posa't les piles que d'aquí poc en tindràs un que estarà enganxat a darrera teu com una lapa :)
Anònim! Ja sé qui ets! Jeje. Gràcies a tu!
Oriol, et faré patir!
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