Otra vez han pasado muchos días des de la última
actualización. El trabajo, los entrenamientos, y simplemente el humor, son las
tres principales causas de esa laguna literaria. Dos crónicas de dos carreras
tengo pendientes: la primera, corresponde al clasificatorio para el campeonato
de España élite de Banyoles disputado hace ya más de dos semanas, y la segunda,
la del triatlón de Puigcerdà; prueba del pasado fin de semana. Ya des de niño,
cuando merendaba pan con chocolate, siempre comía en primer lugar ese dulce placer de
los dioses. Siguiendo esa misma filosofía para escoger la carrera a explicar, continúo
aparcando el triatlón de Banyoles.
Puigcerdà está lejos, en plena naturaleza pirenaica, y es
por eso que muchos de los participantes optamos para pasar la noche del viernes
allí.
El día despertó acorde con la tranquilidad de la zona. Ya
con el neopreno enfundado, un corto calentamiento sirvió para recordar al
cuerpo que tocaba competir. El muy cobarde no estaba dispuesto a ponérmelo
fácil. La pesadez de brazos se dejaba notar y aquella agradable sensación de ligereza
tampoco aparecía. Algo que desafortunadamente acostumbra a ser frecuente.
(Al pontón antes de empezar)
A grosso modo, el recorrido de natación lo formaban una
vuelta y media al lago del centro de la localidad. La combinación sin olas y
con neopreno era magnífica para mí. Hasta la primera boya nadé prácticamente
solo esquivando los temidos golpes de las aglomeraciones. Los favoritos se
fueron a la derecha del pontón de madera. Había mucho jaleo allí. Fue clave la
elección del punto de salida y el giro en esa primera boya. Al sacar la cabeza
del agua estaba a pies del grupo de favoritos ¡Excelente! Durante la T1 me pude
localizar: Sergio García justo adelante, Carlos López justo detrás, Richard Calle
a la vista… Un momento… ¿Richard a la vista? Ver también a Albert Parreño (Fasttriatlon) supuso
la confirmación de que el sector de natación había sido bueno de verdad.
Richard, generoso, ofreció su rueda y nos acercó a Antonio
Roldán (Mataró), escapado hasta el momento. Lideré la prueba durante
algunos centenares de metros. Es un lujo sentir que vas primero. Es un lujo ver
a la moto de la policía que abre la carrera. Es un lujo competir con la gente
que estaba allí. Unos tres km de subida conformaban la parte más dura del recorrido
(juntamente a los 500 metros antes de dejar la bici a la T2) y es allí donde se
decidió todo. Richard movió ficha y el pelotón tembló como hojas bailando al
ritmo del viento otoñal. Sacó a relucir su clase encima de las dos ruedas componiendo
una preciosa sinfonía con cada una de sus pedaladas. López de Sagredo (un junior
del Fasttriatlon) y Carlos (mostrando su buenísimo estado de forma) se
agarraron a la rueda del virtuoso Calle. El podio se iba. Quedamos cuatro en un
segundo grupo, entre ellos Macara (Manresa) y Pagès (Fasttriatlon). Sobre el km
10 llegaron al grupo Soler (Mataró) y García (que sufrió una caída en la T1) y
el primero de los dos, como si de un enviado del diablo se tratase, convirtió
los escasos km que quedaban en un infierno.
(Antes de entrar a la T2)
Salí ligeramente mejor de la T2 que mis rivales, pero
pronto Sergio se unió a la fiesta. Ibamos cuarto y quinto respectivamente. El
ritmo que llevábamos no era muy exigente y desafortunadamente yo sufría. Los
fantasmas de la carrera a pie volvían a aparecer. No acaban de salir las cosas
en esta disciplina. Fuimos juntos hasta que a falta de 2 km Sergio se fue a por
esa trabajada medalla de chocolate. Lluís Vila (Terrassa) venía como una
exhalación por la retaguardia y nada pude hacer para no ser superado. Otros
buenos corredores avanzaban con fuerza pero la meta ya estaba demasiado cerca.
La sexta plaza era mía.
(Se nota la falta de fuerza en la zancada)
La lucha por el podio finalizó con el sorprendente López de Sagredo ocupando el cajón más alto;
Richard acabó segundo y Carlos obtuvo una merecidísima tercera posición. Por equipos
ganamos gracias a la fantástica aportación de Sergio como tercer hombre.
(¡Nadie respiraba en la foto!)
Por su parte la gladiadora Mar Celma cruzó la linea de meta en la tercera posición final absoluta completando así un buen fin de semana para el CN Prat.
La necesidad de descansar empieza a ser evidente, eso podría explicar la bajada de rendimiento en la carrera a pie, aunque también barajamos otras opciones. Cuesta asimilarlo mentalmente y más cuando hace un par de meses todo iba viento en popa.
La necesidad de descansar empieza a ser evidente, eso podría explicar la bajada de rendimiento en la carrera a pie, aunque también barajamos otras opciones. Cuesta asimilarlo mentalmente y más cuando hace un par de meses todo iba viento en popa.
Un triatlón para repetirlo el próximo año (organizativamente hablando un 10) y desquitarse de esa sensación de haber corrido mal.
Por último felicitar a todos los amigos y compañeros FINISHERS (y no finishers) que se desplazaron a Austria para participar en el Ironman de Klagenfurt!
Por último felicitar a todos los amigos y compañeros FINISHERS (y no finishers) que se desplazaron a Austria para participar en el Ironman de Klagenfurt!
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