3TCS (TRIATLÓN MD DE
CASTELLÓN)
Llega un momento, en la
mayoría de deportistas que empiezan con nuevos retos, que con ser finisher no
es suficiente. Llega un momento en que cambiar el ritmo para llegar décimo en
lugar de undécimo es importante. Llega un momento en el que el resultado de cada
prueba suma o resta en el estado anímico. Así, des de hace algunos años estoy
afincado en este estado resultadista y por fin llegó el momento de saborearlo.
La idea, des del día que me
inscribí, era subir al podio del 3TCS. Núria y yo nos desplazamos a Peñíscola
con la ilusión de conseguirlo. La lista de salida no era la de un campeonato de
España, sin embargo estaba el campeón de España y de Europa Miquel Blanchart, y
otros como Boneta, Fortuny o Santander.
El sector de natación, una travesía
que rodeaba el castillo des de la playa sur a la norte, solo estuvo empañada
por el Sol, aun bajo, que impedía poder disfrutar plenamente de cada brazada.
Era fácil perder de vista las boyas. Toqué arena en cuarta posición después de
casi treinta minutos en solitario por las aguas del Mediterráneo.
Salida del agua - Foto de Núria Iturbe
En las tres vueltas en el
circuito ciclista tenía que asentar las bases para no llegar muy lejos de los
cracks de las dos ruedas. Pasó Cofiné. Rápido, demasiado rápido (a pesar de que
al final solo nos separaron 3 minutos). Luego Fortuny, con el que me asocié
hasta la llegada de Boneta. Fuminos los tres en bloque, primero compartiendo
esfuerzo para luego dejarle toda la responsabilidad al triatleta de Lleida. En
los últimos 20 km fue Fortuny quien tiraba del carro. Me sentía bien acomodado
en el ritmo de carrera. Boneta y Fortuny están muy curtidos en la distancia y
si los podía seguir significaba que haríamos un buen parcial. Las posibilidades
de podio seguían intactas.
Entré a la T2 en 6ª posición, salí 4º y en el
km 3 de carrera ya iba segundo (después de rebasar a Cofiné y Santander). Estaba
siendo generoso con el ritmo. Optimista. En aquel momento la idea era cruzar la
línea de meta en segunda posición con un buen parcial a pie. Sin embargo tenté
demasiado mi suerte, desafié mi cuerpo, y eso me sentenció. Tenía renta suficiente
para no temer por perder un cajón de podio pero Boneta se acercaba
peligrosamente hasta que al finalizar el segundo giro me sobrepasó limpiamente.
Los últimos 7 km fueron agónicos hasta el desvío a la recta de meta donde todos
los males desaparecieron. Había estado esperando este momento mucho tiempo.
Miquel Blanchart ganó
sobradamente con los mejores parciales en las tres disciplinas. Un placer
compartir podio con él y con Boneta. El TOP 5 lo cerraron Santander y Fortuny.
Podio absoluto con Boneta, Blanchart y un servidor - Foto de Núria Iturbe
Mención especial a mi padre,
que otra vez estuvo allí después de su particular triatlón entre autopistas,
carreteras secundarias y zancadas.
Una prueba muy recomendable, con una gran organización. Volveremos.
Una prueba muy recomendable, con una gran organización. Volveremos.
CAMPEONATO DE ESPAÑA DE
TRIATLÓN SPRINT (ALTAFULLA)
Como todo campeonato de
España, la salida élite la formaban más de 100 triatletas con mucho nivel. No
preparé la carrera como debía y llegué allí sin la energía necesaria, sin una
visualización de carrera sólida. Una natación muy pobre me hundió en la
clasificación. La bici también la sufrí a pesar de estar bien de forma. Iba
insertado en un buen grupo con el que íbamos cazando a otros. A pesar de todo,
la carrera a pie si sirvió para maquillar el resultado final (49ª).
Corriendo al límite - Foto de Salvador Pou
Richard Calle se salió de nuevo (10º) mientras que el jefe Álvaro Rancé imparte cátedras de que la edad poco importa (23º).
TRIATLÓ DE PUIGCERDÀ
Por tercer año consecutivo nos
desplazamos a Puigcerdà. Tierra de exuberante naturaleza e infinitas montañas. Como
siempre Álvaro Rancé, mi guía y entrenador, se encargó de que todo saliese a la
perfección con senda organización de matrícula de honor.
Nadar en el lago de Puigcerdà
es sinónimo de tener una opción de llegar a la T1 en la cabeza de carrera. Esto
se explica por la temperatura del agua (que obliga a usar neopreno), la
ausencia de corrientes y que el sector no llega a los 750 metros. Salí con todo
hasta la primera de las boyas girándola a cola del grupo delantero. A partir de
ahí el bloque se fue estirando hasta salir a escasos 50 segundos de Joan Ruvireta
y a 20 de Rodrigo Torres.
Apreté los dientes durante los
primeros compases sobre las dos ruedas con el fin de intentar dar caza al grupo
delantero. Sin embargo por detrás ya venían con fuerza Lucas Chirico, Lluís
Vila y Jordi Vilà. Los cuatro, junto a alguna aportación de Baizán, empujábamos
a base de relevos y nos divertíamos. Se agradecen compañeros de viaje con esa
actitud. Con el valor suficiente para sumar. Sin especular.
Llegada a meta - Foto de ISART
Lluís Vila, como de costumbre,
imprimió un ritmo imposible de seguir justo después de dejar la bici. Nos
quedamos Lucas y un servidor compartiendo esfuerzo a pesar de que a falta de 1
km encontré la fuerza necesaria para incrementar el ritmo y consolidar la 8ª
posición. Contento con el resultado y gracias a la suma de Rodrigo (acabó 6º)
pudimos alzarnos con la segunda posición por equipos.
Destacar el recital de Albert
Moreno y Joan Ruvireta. Primero y segundo respectivamente mostrando su superioridad
en bici.
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