Últimamente me cuesta encontrar el momento para escribir.
El día a día resulta tan intenso que los momentos de relajación los dedico a
mirar concursos por la tele con el único fin de no pensar. Podríamos decir que
a veces esa tan preciada virtud como es la constancia (siempre tan exuberante
en los entrenos diarios) se fuga a la hora de realizar otras actividades.
La primera parte de la temporada ya ha concluido y
efectivamente des de la última entrada a día de hoy muchos han sido los eventos
a los que he participado. Mi intención es dividir el repaso de estas últimas
semanas y traer por fin mi espacio al tiempo presente (que aún divaga por el
mes de mayo). Así, el triatlón de Bilbao abrirá fuego, seguido por el
Campeonato de España de Acuatlón y la Copa del Rey. Y sin prometer nada, durante
la próxima semana intentaré hablar del 3TCS (Triatlón MD de Castellón), el
Campeonato de España de Triatlón Sprint y el Triatló de Puigcerdà.
BILBAO TRIATHLON
La épica queda corta para describir lo que paso en
Bilbao. El frio y la lluvia fueron los protagonistas en su tercera edición. El
sector de natación se convirtió en una lucha de supervivencia. La temperatura
del agua (no quiero entrar en polémicas sobre cuál era su valor) desgastó a
muchos participantes de tal manera algunos de ellos tuvieron que abandonar. La
ida por la ría fácil, pero la vuelta con la corriente en contra se hizo
interminable. Sin embargo poco a poco el trabajo en el agua va dando sus frutos
y por fin pude salir muy cerca de los mejores (un solo minuto me separó del
grupo de Calle, Zamora y Moreno).
La T1 nos daba la bienvenida con una ligera lluvia. Mi
primer error llegó cuando decidí usar solo el chaleco. La sensación de frío en
aquel momento era inexistente, sumado a que los manguitos no querían entrar hicieron
que lo tuviera claro enseguida. Gómez Cubero, quien llevé a mis pies toda la
natación, era mi referencia. Durante la primera subida al vivero perdí su rueda
(no supe sufrir lo que debía), pero estaba bien afincado en el TOP10. Las
diferencias con el grupo de Richard se mantenían. Sin embargo, la cambiaron al
empezar la segunda vuelta sobre las dos ruedas. El frio me empezaba a calar y
(segundo error de la mañana) no tuve nunca sensación de sed y no me hidraté. A
pesar de todo, mis rivales me adelantaban en cuentagotas. Eso era sinónimo del
buen trabajo hecho hasta entonces. Temblores. Vista doble. La T2 estaba cerca.
En ninguna otra ocasión había tenido tantas ganas de que acabara todo aquello.
Por su parte Richard estaba haciendo una remontada
espectacular des de su primera zancada. El crono lo dejó patente: mejor parcial
en la carrera a pie. Cruzó la línea de meta tercero, detrás de Aguirresarobe y
Gómez Cubero. Este hombre gana enteros año tras año. Felicidades a los tres
pero en especial a ti Espartaco.
En la media maratón perdí más de 30 minutos con respecto
a los mejores. Decidí que tan solo debía acabar. Creo que me gané a pulso cruzar
la línea de meta. El ritmo no importaba. Esta vez la victoria consistía solo en
terminar. Al final 20º celebrándolo con “mis amigos” de la Cruz Roja en el hospital de campaña.
Entrada a meta - (Foto de Carles Iturbe)
Un fin de semana increíble y con la lección bien
aprendida. No me olvido del fantástico grupo que nos desplazamos allí: Richard,
Alberto, Núria, Carles, Marta y Mariajo. 600km en furgo pasan más deprisa en
buena compañía.
Todo el equipo desplazado allí: Richrad, Carles, un servidor,
Marta, Núria, Mariajo y Alberto
CAMPEONATO ESPAÑA ACUATLÓN
Este fue el segundo acuatlón de mi vida. Tocaba, como en
la primera vez, salir en la salida Élite con todos los jefazos nacionales.
El primer 2,5 km de carrera a pie fue de menos a más.
Nadar después de correr siempre es difícil. Los primeros compases de los 1000
metros en el agua me resultaron incómodos. Fue a partir de la segunda mitad del
recorrido cuando empecé a sentirme mejor.
Los 2,5 km finales fueron un trámite, aunque, porque
engañarnos, me sentí muy bien. A pesar de todo en aquel momento ya puntuaban
Richard, Raúl y Sergio. Lo pasé bien.
El grupo al completo
COPA DEL REY
Richard, Lucas, Raúl, Cristian y un servidor estábamos
muy motivados. Sin embargo Sergio era el que más. Era su última prueba con
nosotros (debido a razones profesionales). Querís despedirse por todo lo alto.
A pocas horas de empezar: Richard, Raúl, Cristian,
Lucas, Sergio y un servidor
Logramos realizar una natación correcta. Era como una
especie de calentamiento para la bici. En el asfalto nos jugaríamos nuestras
opciones. Raúl y Richard guiaron al grupo en el medio acuático. Cristian iba a
sus pies. Mientras Sergio y un servidor intentábamos que la natación fuera lo
más cómoda posible para Lucas.
T1. Las ruedas empezaron a girar a ritmo de un molino de
viento en medio de un huracán. Tocaba poner toda la carne al asador. Montando la cabra la motivación crece, la
sensación es la de ir a lomos de un caballo desbocado. Cristian era generoso
(no correría posteriormente), Lucas mostraba su fuerza, Richard su clase y yo
entraba con todo. Tenía piernas, me sentía a gusto. A Raúl y Sergio esta vez
les tocaba reservar.
Destacaría otra vez la templanza y el saber hacer de
Richard. Por un momento el grupo se perdió. Íbamos fuerte pero sin alma. Nos
contagiamos del día gris. Fue ese instante de dudas en el que nuestro capitán contribuyó
con un relevo larguísimo que nos dio alas otra vez.
Sergio comandaba en los metros finales
Bajamos a correr los cinco, siguiendo lo previsto. El
ritmo era bueno a pesar del fantástico parcial de bici. Raúl y Richard iban
fácil. Lucas sufría hasta el punto de perder unos metros. Sergio empujaba más
que nadie. Por fin apareció el Sergio de siempre. Tiró unos últimos 200 metros
impresionantes, llevándonos a su rebufo. A pesar de que noté la dureza del
ritmo imprimido, pude disfrutar cada instante de la carrera a pie. Se trata de
una agonía que a uno le gusta que le recorra el cuerpo.
7º, el segundo mejor resultado de nuestra historia.
Estábamos otra vez al TOP10. Entre los mejores.
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