Por fin la crónica de la Liga de Clubes. Esta vez ha
costado encontrar el momento para escribirla.
La Liga reúne a todos los clubes de triatlón de España
con la finalidad de que se diputen el título de mejor equipo nacional. Un
mínimo de 6 triatletas y un máximo de 10 deben intentar sumar tantos puntos
como sea posible (va en función de la posición a la que acaba cada uno) para
que su club ascienda de categoría (hay tres divisiones: primera, segunda y
promoción), no descienda, suba al podio, o se corone como el mejor club del país.
Por enésima vez debo destacar el buen ambiente que se
respira en las salidas del CN Prat – Triatló. Una comitiva de 20 gladiadores es
garantía de risas, condición sine qua non.
El domingo por la mañana las chicas hicieron todo lo que
estuvo en sus manos para mantener la categoría, pero desafortunadamente no pudo
ser. La 1ª división es muy dura. Una de las reglas más importantes de la
competición es el tiempo de corte: si uno quiere puntuar no puede ceder más del
25% del tiempo que invierte el primero en acabar. Ellas se quedaron a las
puertas debido a que todas no pudieron sumar, algo que si harán el año próximo
para volver a subir en primera, que es donde se merecen estar.
(Equipo femenino)
(Equipo masculino)
Después de las chicas llegó nuestro turno. La idea era
clara, repetir o mejorar el resultado de 2011. La playa de Canet de Berenguer,
muy plana, obligaba a correr bastantes metros con el agua hasta la altura de
las rodillas. Mucho sufrimiento en esos primeros metros. Las piernas, pesadas,
no ayudaban a avanzar con la agilidad de la gacela. Una vez cogida la
horizontalidad, me costó encontrar mi sitio. Había neoprenos por todas partes. Mientras
que en las pruebas catalanas con mi nivel de natación se puede salir en
posiciones muy dignas, en la Liga la cosa cambia. Las prestaciones de todos los
de “clase media” son muy parejas, lo que significa que los golpes están a la
orden del día. Es paradójico. Mientras que los buenos pronto encuentran su
espacio para mostrar todo su potencial a base de buena técnica, los humanos, ya
de por si peores nadadores, debemos centrarnos en luchar para respirar,
olvidando la técnica, descuidando la orientación y perdiendo aun más tiempo.
(Albert saliendo con los mejores)
(Sergio a por la T1)
(Carlos y un servidor)
Los Reig, Torres, Calle, Alexandre y García salieron
pronto del agua, pudiendo formar parte de los pelotones delanteros. Mientras
que López, un servidor, Zanuy, Cofiné y Chirico salimos algo más rezagados. El
sector ciclista se podría resumir en dos acontecimientos: el primero, la caída
de Carlos López y su consecuente abandono. A priori una mala noticia para las
posibilidades del equipo ya que los puntos que aporta siempre son
fundamentales. El otro acontecimiento fue la reorganización de los pelotones. Los
primeros grupos se unieron (con Calle, Torres y Reig ahí insertados) mientras
que por atrás se formó el gran pelotón perseguidor con los demás pratenses. Nos
lo jugaríamos todo a la carrera a pie. Era de esperar. Un circuito ciclista
llano solo complicado por algunas rotondas no podía ser determinante de ninguna
manera.
(Albert y Richard a por la segunda vuelta)
Estuve preparando esa carrera a pie a conciencia. El
momento de mostrar esos entrenamientos al mediodía acompañado únicamente por
nuestro sol había llegado. El primer km fue rapidísimo, de continuar hasta el
final con tal zancada hubiese podido contactar con algún triatleta del primer
grupo. Sin embargo, y muy a pesar mío, no solo no pude
mantener el ritmo, sino que este bajó paulatinamente. 18’ en un 5000 es mucho.
Demasiado. De todas formas para sacar conclusiones todavía hay que esperar. El
próximo sábado hay el segundo asalto.
(Rodrigo avanzando con fuerza)
(Emparejado con Lluís del Mataró)
Richard Calle, 10º, hizo un parcial a pie increíble;
Rodrigo Torres y Albert Reig, 18º y 21º respectivamente, aportaron gran
cantidad de puntos. Los tres demostraron de nuevo que son los pilares del
equipo. Un servidor, 53º; Sergio García, 55º; Alex Zanuy, 60º; Cristian Cofiné,
64º; Lucas Chirico, 65º; y Aitor Alexandre, 68º; entramos en un puño y aportamos
tanto como pudimos. Esa regularidad en la entrada a meta es muy buena, SOLO
debemos mejorar cada uno en 20 plazas y el podio nos pertenecerá.
Repetir de nuevo un QUINTO puesto en la Liga de Clubes y esta vez sin que uno de nuestros integrantes pudiese puntuar nos reafirma en este TOP 5 español. La lucha por el podio aun está lejos, pero quién sabe si en la próxima campaña lo conseguimos.